Dos torres cayeron, cayeron en silencio y la verdad no se que hacer, si perderme por ahí o drogarme hasta morir. Tanta belleza inútil, nos fuimos tan lejos, tan lejos que no me importa que se rompa la casa. Pendemos de un hilo y el equilibrio al fin nos hace bien. No siento lo que sentía ayer, ¡voy a empezar a enloquecer!
1 comentario:
me gusto mucho tu blog
te sigo (:
que estes suuper bien
un beso
ronga.
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